miércoles, 11 de marzo de 2009

Desvaríos 1ra parte.

“No me importa nutrir al corazón de ilusiones, si éstas me hacen recobrar la fé en mi mismo y en la vida. Todo demuestra que todavía me queda mucho amor para entregar y que éste es un recurso que mana de una fuente inagotable.
Agradezco al creador de todas las cosas, que me permite enamorarme de una mujer casi sin conocerla y siguiendo solamente los designios del alma; que me da alas para volar a futuros de dicha; que escucha los ruegos que elevo en días aciagos y que comprende con fundamento en su sabiduría inconmensurable, lo mucho que quisiera una buena compañera a mi lado.
No sé si serás vos, no quiero dejar de creerlo y eso es motivo suficiente para que te tenga en mi mente noche y día. No puedo dejar de soñarte. Aunque prometí hace tiempo no caer en el error de idealizarte, lo hago a cada hora y en cualquier parte, es que sólo sé que cuando te veo o te oigo, vibra hasta la última fibra de mi corazón, mi alma agradece al universo el hecho de que existas; para mí, todas las cosas recobran su justo y divino valor.
Dejame decirte que tu voz es hermosa melodía, que el perfume que emana tu piel es como el de las flores del paraíso que sólo disfrutó Adán en el principio de los tiempos; que el suelo que pisas, transformas en tierra sagrada y que la belleza que irradias es el resumen de todo lo mas hermoso creado.
Por si la vida no me quiere junto a tí, para que por lo menos queden de testimonio estas letras que demuestran que en todo momento mis sentimientos brotaron en estado puro, que aún sin conocerte puedo escribirte cuanto te amo.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario