“A la soledad, uno se acostumbra,
al desamor también;
se transforma el fuego en hielo
y lo dulce en pura hiel.
No sólo palabras alimentan el alma,
también hace falta, el sabor de otra piel;
pero es tan fácil dejarse vencer
por la rutina y el desencanto,
que cuando te acuerdas de lo que
por descuido has perdido,
ya es muy tarde para el llanto”
11/12/02
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